Jon jones está de vuelta: La defensa del legado contra la evolución de la MMA
- Gerardo Andrés Campo Puerto

- 11 jul
- 2 Min. de lectura
El mundo de la UFC se vio sorprendido por una noticia que parecía impensable hace apenas semanas: Jon “Bones” Jones ha decidido regresar al deporte profesional, tras haber anunciado su retiro en junio de 2025.

La revelación llegó directamente del presidente de la UFC, Dana White, durante su participación en el Full Send Podcast, donde confirmó que el excampeón ha vuelto a inscribirse en el programa de pruebas antidopaje, paso clave para su reincorporación oficial al roster. “He jumped back in the pool,” expresó White, utilizando la frase que usualmente marca la reentrada de un atleta al sistema de control regulado por la USADA.
La decisión del peleador estadounidense reconfigura por completo el panorama de los pesos pesados. El título había sido cedido a Tom Aspinall, campeón interino que se convirtió en rey indiscutido tras la salida de Jones. Sin embargo, con este inesperado retorno, el nombre de Jones vuelve a ocupar un lugar central en la conversación sobre quién domina realmente la división.
Sin embargo, la reaparición de Jones reconfigura por completo el panorama competitivo. No solo regresa el hombre que redefinió el estilo de combate en las divisiones superiores, sino que lo hace con una motivación clara: ser parte del evento que la UFC prepara para la Casa Blanca en 2026, una cartelera especial en conmemoración del 250º aniversario de la Independencia de Estados Unidos. Este evento, que ya cuenta con el visto bueno presidencial, se perfila como el más exclusivo en la historia de la compañía, con aforo limitado y una puesta en escena sin precedentes.

En redes sociales, Jones escribió: “Sería la oportunidad de representar a mi país en la Casa Blanca. No importa a quién enfrente esa noche, encontré mi propósito”, en clara referencia al significado patriótico del evento. Según Dana White, ese escenario podría ser el marco ideal para una superpelea entre Jones y Aspinall, un duelo que marcaría un nuevo capítulo en la historia de la industria y de los deportes en Estados Unidos.
El retorno de Jon Jones y la posibilidad de una cartelera en la Casa Blanca no solo representan un momento histórico para la UFC, sino también una relación entre deporte, legado y simbolismo nacional. Más que una pelea, lo que se avecina es un acto de cierre, una colisión de generaciones, y una celebración del espíritu competitivo que define a las artes marciales mixtas. Con Jones nuevamente en escena, el deporte entra en una nueva etapa de expectación global, donde cada paso será seguido con atención por fanáticos, analistas y protagonistas por igual.



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